miércoles, 21 de diciembre de 2011

COMO NAVEGAR SIN NAUFRAGAR EN EL INTENTO

Que gusto contar con vuestra presencia en cubierta, acomódense y compartamos otro encuentro entre navegantes.

El último fin de semana largo del 2011 trajo, como los anteriores, una serie de eventos desafortunados para aquellos que disfrutamos de la navegación recreativa. Estos están relacionados con la traslación agresiva conductiva de tierra firme a la isla, sin lograr diferenciar el medio en el que se mueven los automóviles de las embarcaciones, ni disfrutar del placer que este deporte nos ofrece.

Como una versión náutica del film Rápido y Furioso, el Luján y el Canal Arias, ambos ríos que navegamos el jueves feriado, cerca del medio día, se convirtieron en una alocada carrera para algunos conductores urgentes de llegar a su destino.

Caso 1: Apenas a un rato de haber zarpado, remontando el Luján delante de un velero, cerca del Arias nos pasa por estribor una embarcación modelo Bakota muy apopada. Era tan importante la ola que generaba, innecesariamente por supuesto, que se lo señalamos. Su respuesta fue tan sin sentido como su maniobra: No ven que estoy sobre el barro y tengo que salir rápido. Evidentemente ese "timonel" desconocía que cuanto más apopado se desplazara más cerca del barro estaría su hélice.

Caso 2: Ya sobre el Cl. Arias, un poco más arriba de la boca del Aº Leber, nos pasa una Tigre Trans (lancha pasajera) por babor. Cuando esta queda a nuestra amura un Tarrab 101 se tira a pasar entre ambos. Obviamente, este "Meteoro" barrena la ola de la colectiva haciéndole perder gobierno a quien estaba detrás del timón y produciendo un acercamiento muy peligroso, menor a un metro. Por un instante, tanto los dos tripulantes de una lancha que venía detrás de él como nosotros, pensamos que compartiríamos nuestro cockpit con un par de polizones.


Caso 3: Todo lo antes descripto sucedió en menos de una hora de navegación, pero allí no acababa todo. Para esa hora del día el Arias ya se había convertido en la Autovía 2. De repente, desde atrás, como clasificando para los mil kilómetros del Delta, una offshore zigzagueaba entre las embarcaciones que iba dejando atrás entre olas y salpicaduras. Muchos se acordaron de Nut, madre de "Osiris".

Caso 4: Esperando que ya no existiese otro desmadrado y cerca del Paraná, habíamos logrado relajarnos, algo que estaba previsto desde un principio. En lo mejor de la navegación, mate en mano y bizcochitos sobre la carroza, un desacatado en una lancha, que nada tenía que ver con el programa del Banco Galicia, pero que mejor "Kiero" olvidar, convirtió esos inofensivos bizcochos en mortales misiles que se desparramaron por toda la timonera.

En fin, no creemos poder cambiar algo con este relato, tenga en cuenta lo molesto que puede volverse una navegación en presencia de cualquiera de estos cuatro casos. Si Usted se define como Navegante Clásico estamos seguros de su respeto para con su colega nauta, tome este compromiso y divulgue su actitud. Buenas Travesías!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

RESPONSABILIDAD ANTE UN NAUFRAGIO

Bienvenida a bordo a toda la tripulación que, tanto en ENDT como en Navegantes Clásicos, nos sigue semanalmente y, vaya sea de paso, nos halaga vía facebook!

Y hablando de facebook, uno de los álbumes mas visitados y comentados de nuestra red social es: "Una triste imágen...", en donde presentamos embarcaciones en estado abandónico o semi hundidas que encontramos en nuestras travesías. Las dudas más frecuentes de nuestros amigos son: si se podrían recuperar, dar otro uso (social), porqué quedan abandonados?, sus propietarios no tienen obligación de quitarlos de las vías navegables?, entre otras. Es entonces que decidimos escribir al respecto.

Comenzaremos por informar que la Ley de la Navegación Argentina, en cierta forma, protege al propietario de una embarcación, brindándole herramientas para limitar su responsabilidad, y hasta abandonar el naufragio a favor del estado. Lo recién mencionado ha sido aplicado ultimamente en el ámbito de la cuenca de los ríos Matanza / Riachuelo.

Si se sufre el desafortunado evento de un hundimiento y este produce la interrupción de la vía navegable u obstruye una bahía de amarras o zona de maniobras, o tal vez contamine con hidrocarburos (aceites, gasoil, nafta, etc.), el propietario deberá cargar con el dolor de la pérdida y el mal momento que vendrá después, pues seguramente lo intimarán a remover los restos del naufrágio aúnque su recuperación esté ligada a una maniobra sumamente complicada o económicamente costosa.

Entonces, además del siniestro, son los seguros quienes se harán cargo de los gastos de remoción? Lamento desilusionarlos, pues la mayoría de las pólizas excluyen esta responzabilidad a menos que se solicite específicamente su inclusión en la cobertura. Insistimos, solo si se incluye esta cláusula, la aseguradora correrá con los gastos de extración o, eventualmente, con los gastos generados por la tramitación de abandono a favor del Estado Nacional.

Ahora bien, existen riesgos que por más amplia que sea la cobertura están excluidos de las pólizas afectadas a las embarcaciones deportivas, como por ejemplo: los daños relacionados al medio ambiente. En este caso será el propietario, como responsable del bien, quien deberá responder por los derrames aguas negras, combustibles, ácidos, etc.

Conclusión:
Será por todo lo detallado que la mayoría de las embarcaciones se encuentran embicadas en la costa o en sus proximidades?
Tal vez estos sean los motivos del porqué hay tantas embarcaciones abandonadas, por los costos que significa reflotarlas?
Quizá, para sus dueños, les sea economicamente factible desmantelarlos y abandonar el casco...
O... saquen sus propias conclusiones y comentenlas en el facebook de Navegantes Clásicos

Muy buena navegación para todos y recuerden navegar con precaución. Hasta la próxima!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA LUZ INTERIOR

Es un verdadero placer volvernos a encontrar para compartir algo que tanta pasión nos genera.

En la náutica, así como en todo, las tendencias han ido virando hacia distintas modas o demandas para adecuarse a los requerimientos y necesidades del usuario.
Las embarcaciones modernas se han inclinado por ambientar sus interiores con mobiliarios, revestimientos y tapizados de colores claros dejando atrás los convecionales muebles de cocina, forrados con Fórmica, de color verde, naranja o amarillo, como tal era el caso de los Paglietini, Tarrab, Gama o Flamingo.

En los barcos de época, los clásicos y los construidos hasta la década del ochenta, la supremacía del material utilizado la ejercía la madera. Mamparos de machimbre de cedro o paneles enchapados barnizados o lustrados, pisos bastonados, ayudados por cortinas a rayas y tapizados azules o bordeaux sumían al salón interior o camareta en algo lúgubre, oscuro y triste que se confundía con el ingreso a un sótano.
Si este es su caso, no desespere! En cinco pasos, con algo de entusiasmo y poca inversión usted podrá redecorar su embarcación manteniendo el estilo pero con tendecia vanguardista.

Primer paso: Si tiene, quite todo revestimiento del forro (cara interna de casco, la que Ud. ve desde el interior) que sea de alfombra, cuerina matelaseada o Fórmica. Hágalo con cuidado y podrá utilizarlos como moldes para el nuevo material, como por ejemplo PVC espumado de unos 3 mm. de espesor, al que podrá pegar cuerinas lisas claras, telas o simplemente dejarlo blanco. Si la base está en buenas condiciones puede pintar el terciado o mamparo, pero siempre eligiendo colores claros.

Segundo paso: Preserve toda moldura existente para, luego de lijarlas hasta la madera y barnizarlas, volverlas a colocar posteriormente.

Tercer paso: Recupere todos los muebles. Si están confeccionados en PVC puede lijarlos al agua con papel de lija 600 y luego pasarles pasta de pulir de grano mediano o fino y recuperará todo su brillo. Los muebles de Fórmica se pueden forrar con vinilo o pintar con poliuretano, siempre con colores claros y combinantes con las molduras que ya posee.

Cuarto paso: Escoja un color para las colchonetas y otro para el composé, por ejemplo: Ocre y lacre. Utilice el ocre en las colchonetas y el lacre en vivos y almohadones. Procure utilizar cantidad impar de almohadones y de esta manera, siguiendo con el ejemplo, podrá hacer dos lacres con vivos ocre y uno invirtiendo los tonos. Estos detalles le darán iluminación y calidez a su embarcación.

Quinto y último paso: La iluminación jugará un roll preponderante. Utilice LEDs de luz cálida o dicro-minibipin de bajo consumo. Colóquelas sobre los distintos sectores logrando así una división virtual entre la dinette y la mesa de navegación o cocina.

Conclusión:

Arriba claro, abajo oscuro. (techo y piso)
Mantenga mamparos de madera oscura barnizada sólo lo indispensable.
No elija tapizados o telas para cortinas a rayas ni oscuras.
No use iluminación a base de artefactos con tubos fluorescentes.
Los interiores de muebles y estibas como los bajo cuchetas, pintelos con sintético o poliuretano según sea el material, siempre en tonos claros.

Esperamos haber aportado alguna solución a estos problemas menores y haberle "aclarado" el panorama para personalizar su barco y hacer de él un sitio confortable, cálido y alegre.

Amigos Clásicos... buena navegación y hasta la próxima entrega.

miércoles, 19 de octubre de 2011

EL "PALO...." AL PALO (última parte)

Ahora sí! Continuemos con el relato.

Aunque ya parado por sus propios medios, el paso siguiente era colocar las landas y fabricar las jarcias que le terminarán por dar firmeza al conjunto. Para la tarea de realizar las gazas de los cables, consultamos a Fernando Fabersane quien, muy didácticamente, nos mostró como se hacían antes, con caño de cobre y plomo colado. La prueba fue un fiasco y decidímos entonces utilizar "nicopres". Armamos una matriz con tres clavos de acero y, haciendo uso de lo último en tecnología, le pegamos un par de mazazos para sellarlo. Así armamos dos obenques por banda, los dos estays y el aparejo de la botavara, cuya función adicional será oficiar de pescante para el izado y bajado del auxiliar.

Este fue el trabajo más agotador pues, se colocaba el cable de acero en el palo, después se paraba el mástil, se marcaba el cables, se bajaba el palo, se desmontaba nuevamente el cable, se cortaba y armaba la gaza. Este procedimiento se repitió tantas veces como jarcias se colocaron.
El paso siguiente consistió en realizar la instación eléctrica de las luces de cruceta y la luz de todo horizonte. Luego vinieron los detalles como el atado de los obenques a la cruceta, la colocación de los topes de cruceta, las dos omegas con motones (herraje que sirve para cambiar la dirección de un cabo. Es el equivalente a las roldanas de uso terrestre) en donde se hicieron firmes las ságulas (driza fina que se utiliza para izar banderas). Se armaron los aparejos de la botavara y del estay de popa, se realizó el trimado del mástil, se colocaron los gallardetes y el Pabellón Nacional en los lugares correspondientes y la Jolly Roger a tope del palo.

La verdad es que nos sentimos orgullosos del trabajo realizado y de los resultados.
Mantener y restaurar un barco de época es un arduo trabajo, pero la recompensa es mucha y gratificante, y al final eso es lo que cuenta. Uds... que opinan?

Mis amigos nautas, nos despedimos hasta un nuevo encuentro. Que tengan Uds. una muy buena navegación!

miércoles, 5 de octubre de 2011

EL "PALO...." AL PALO

Hola a todos! Estamos nuevamente con ustedes para compartir otra restauración de barcos de madera, a nuestro criterio uno de los segmentos más atractivos de este blog.

En el mes de su septuagésimo octavo aniversario, el Palometa recibió un presente muy esperado. Aunque lo compramos desarbolado, este barco nació como motovelero y desde hace unos tres años estabamos obsesionados con devolverle su aspecto original.
Hicimos correr la voz entre amigos, amarraderos, clubes y hasta en algunos varaderos. Averiguamos, no voy a decir que por todos lados pues pecaría de mentiroso pero si por muchísimos, por un palo más o menos sano que contara aún con vida útil y que tuviese un valor razonable. Hemos escuchado a lo largo del tiempo ofertas disparatadas, tanto es así que en una ocasión le ofrecí a un oportunista entregarle el barco como parte de pago del mástil.
Cuando estaba decidido, después de las investigaciones de rigor, a echarle mano a su construcción apareció Don Carlos Robertti. Bajo el brazo, traia un palo macho de pino tea de 8,10 mts. y con gran parte de sus herrajes originales. No lo podíamos creer, nos brillaban los ojitos de alegría.

La ansiedad fue tal que inmediatamente nos pusimos a trabajar en él.
Quitamos completamente todos los herrajes. Cortamos unos centímetros del tope y cepillamos el palo completo para sacarle unos 2 ó 3 milímetros al diámetro, lo imprimamos con Cetol y lo dejamos trabajar. Tarugamos algunos agujeros, resabios de otros tanto tornillos que sujetaban vaya a saber qué, y lijamos... mucho!
Diseñamos una bisagra de quiebre (debemos izar el palo después de dejar el canal en donde amarramos y arriarlo antes de ingresar, por problemas de altura con un puente vecinal), cortamos el mocho, perforamos, ajustamos la unión y comenzamos a barnizar.

Preparamos varillas roscadas con tuercas ciegas, pasadores, bujes y anclajes, todo en acero inoxidable. Tomamos nota de todo lo que faltaba, había que conseguir los tensores, los cables de acero inoxidable y los nicopres, los motones y grilletes. Fabricamos la carlinga, las landas y los herrajes faltantes. Mientras tanto, palo, botavara y crucetas se iban barnizando.

El primer paso tangible en el armado lo dimos al plantar el mocho sobre la carroza, utilizamos cuatro varillas roscadas de 1/4" que compactaron la carlinga con el techo y los baos. Sellamos previamente todos los contactos y luego instalamos unas riendas en planchuela de acero inox. de 3 x 25 milímetros, riendas que cumplen la función de mantener rígido el mocho a la hora de volcar o levantar el resto del palo.

El segundo paso fue armar la bisagra y parar el palo, la sensación de ese momento fue indescriptible, a la que se le agregó el placer de corroborar que todo funcionaba perfectamente bien. Ver al Palometa por primera vez como se debió haber visto cuando lo botaron fue increíblemente emocionante. O estoy demasiado sensible o me estoy poniendo viejo...
Dejadme recuperarme y continuaré relatando el resto de la obra. Por ahora nos despedimos hasta la próxima y que tengais buenas travesías!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL FIERABRAS Y SU RESTAURADOR

Así se contactaba con nosotros Alejandro Lacour, un estusiasta propietario de un barco de madera, oriundo de Rosario, para relatarnos su experiencia.
Me contacto con usted porque los conocí en el foro del Club de Amigos de Barcos Clasicos al cual me suscribí, y de alli me pasé a su blog el cual me parece muy interesante.

Y continúa...
Yo estoy reconstruyendo un velero clasico del año 1942, un Parodi. Tarea que estoy realizando desde cero con el casco, la cubierta, la cabina, el cockpit, y hasta reparamos el palo, de madera obviamente. En este momento lo estoy arbolando, armando las jarcias fijas (stays, obenques y burdas).
Los inconvenientes a los que me estoy enfrentando son dos: aparejo y tensores.
Aparejo: este barco utiliza vela cangreja con fijación de aros en el palo, corredera en la botavara y atado en el pico. Dado que no tengo conocimiento de este tipo de arboladura, estuve buscando por varios lugares, en internet, en la biblioteca del Museo de Tigre (en donde estan los planos originales de los barcos), pero de arboladuras nada!! Usted conoce o sabe de alguien que pueda ayudarme en este tema???
Tensores: Otra cosa que estoy buscando son los tensores del palo, son 8 y yo tengo solo 5 de galvanizados tubulares. No encuentro por ningun lado, pasé por Camou pero no tienen mas que un par iguales. En Baron tienen los de inox pero valen una fortuna y realmente en este momento es imposible gastar esa plata en tensores. Usted podría ayudarme o guiarme con el tema???


Aún hoy Alejandro sigue en la búsqueda, algo a lo que estamos acostumbrados los propietarios de barcos de cierta antigüedad cuando pretendemos mantenerlos originales y como recién botados.

A continuación, algunos datos del FIERABRAS y algunas fotografías de la restauración:
Eslora: 8 mts. (9 con el baupres)
Manga: 2.75 mts.
Puntal: 1.10 mts.
Palo: 8.20 mts. (carlinga en el quillote)
Botavara: 6 mts. aprox.
Jarcias: Por proa 2 Stays, uno alto y uno bajo. En las bandas 6 obenques, 2 bajos y uno alto por lado. Por popa, dos burdas.













Creo que las imágenes son por demás elocuentes. Un muy buen trabajo, un muy buen artesano, un muy buen barco devuelto a su medio... el agua! Felicitaciones Alejandro!
Hemos llegado al final de otro encuentro, esperamos haber incentivado a quienes se encuentran en las mismas instancias que el Fierabras, y a no desanimarse, esas piezas faltantes están por llegar...

miércoles, 7 de septiembre de 2011

TIPS NAUTICOS III

Agradecidos como siempre de permitirnos abordar sus naves, hoy estamos con Uds. en una nueva entrega de Tips Náuticos. Un espacio en donde cobran presencia aquellos secretos de clubes y amarras, muy celosamante guardados por algunos, que nosotros decidimos difunfir para beneplácito de tantos otros navegantes. Sin más preámbulos, he aquí los siguientes:

Para evitar la descomposición del gasoil, debido a la estiba prolongada, una opción es aditivar el combustible con un inhibidor de bacterias y hongos, cuyas proporciones estarán establecidas por el fabricante. La otra opción es mezclar un litro de nafta "premiun" cada cien litros de gasoil. En ambos casos procure mantener el/los tanque/s lleno/s a los efectos de disminuir la cantidad de aire dentro del mismo y por ende la condensación que allí se produciría (ambiente propicio para el cultivo de esas bacterias, hongos y bacilos).

Si pretende mantener aislados de la humedad a los fósforos y espirales, a las galletitas y a las especias cuyos envases ya estan abiertos, o para todo artículo que se pretenda resguardar de este implacable enemigo de abordo, utilice bolsas del tipo ziploc para mantener su frescura y evitar que se humedezcan.

A la hora de meter mano o querer estar seguros acerca de cierta especificación o dato técnico, podrán consultar sobre cualquier motor en un muy completo manual de mecánica que estará disponible en este link. También, en el caso de los "hágalo ud. mismo" más avezados, podrán desentrañar los misterios internos de las patas Volvo, cliqueando simplemente en el resaltado.

En un par de semanas da comienzo la primavera y con ella muchos nautas recobran el coraje para realizar, junto al resto de la familia, alguna travesía un poco más extensa. A la hora de estibar frutas o verduras hágalo en un sitio fresco, oscuro y ventilado. El contenedor ideal puede ser un colador de fideos, de los de antes, el cual mantendrá por mucho más tiempo los productos sin que se echen a perder.

La necesidad de saber desde donde y con que intesidad sopla el viento no es un dato menor. A la hora de realizar una maniobra de atraque por ejemplo, conocer esta data hará la diferencia entre un abarloado delicado y digno de aplausos o un estruendoso encontronazo que provocorá más de una mirada lacerante. Existen varios tipos de adminículos que sirven a tales fines aunque el más económico, y me atrevería a decir el más eficiente, es el cataviento realizado con una cinta de cassette de audio o de video de 8 mm. de unos 20 cms. de longitud. Este material es muy liviano convirtiéndolo así en un instrumento sumamente sensible. Instale estas tiras en un lugar visible (antena, asta de gallardete de su club, púlpito, etc.).

Una última recomendación, asegurese de tener a bordo un libro de bitácoras. En el podrá plasmar eventos extraordinarios o datos importantes de una singladura o travesía. También podrá llevar minuciosamente los controles de horas para el cambio de filtros, lubricantes y otros servicios. Datos específicos sobre su embarcación, motor, etc., cantidad y tipo de materiales usados en el último repaso, direcciones recomendadas, teléfonos importantes y todo aquello inherente a su lancha o barco.

Amigos nautas, hemos llegado al final de otra entrega. Esperamos como siempre haberles podido ser de utilidad y reencontrarnos en nuestra próxima salida. Un cordial saludo para todos y sigamos acumulando buenos momentos... sigamos navegando por el Delta!

miércoles, 10 de agosto de 2011

CAMOU Antigüedades - Náutica

Hoy tenemos el placer de presentarles un lugar lleno de historia naval en donde, muy posiblemente, Ud. podrá adquirir ese herraje, adorno, ojo de buey, traje de agua o campera, repuesto o artículo eléctrico/electrónico usado para su embarcación.

Ubicado en los bajos de San Isidro (atura Av. del Libertador al 16.900), la familia Camou nos abre las puertas de sus locales para mostrarnos una suerte de mercado del usado náutico y su anexo con artículos realmente antiguos, restaurados y originales, de esos que ya no se consiguen, como los tan anhelados herrajes de Virazón, DPP, etc.

En el local, cuyo acceso se encuentra sobre la calle E. S. Discepolo, los nautas podemos encontrar desde motores fuera de borda con unas cuantas horas de uso, y algunos otros sin funcionar, hasta lonería y butacas. Un consejo: alce la mirada, pues la exposición también cuelga del techo.



Grifería, bombas de agua (eléctricas y manuales, automáticas y con interruptor), chalecos salvavidas, bocinas y radar. Antenas, equipos de fondeo, cocinas y hornos, tragavientos, cabos y hasta algunas herramientas de esas que usaban los que construían nuestros barcos de madera.
Malacates manuales y eléctricos, morses, tanques de agua y combustible. Solo es cuestión de tomarse el tiempo necesario para investigar desde el piso hasta el techo el contenido de las estanterías.

Abundan los herrajes. Cornamuzas, cáncamos y porta espías de distintos materiales como madera, acero inoxidable, bronce y bronce cromado. Grandes cantidades de cadena normalizada y bulonería de acero inoxidable. Hélices, molinetes, motones, stoppers y mordazas de varias medidas, rieles y patines de desvío.

Si con todo esto aún no está satisfecho... espere!, en el anexo nos espera Ana (la señora de Camou) para mostrarnos las delicias de cualquier propietario naval, aunque algún excéntrico decorador de interiores.
Al traspasar la puerta uno se siente que viaja al pasado para recorrer, a través de todos estos objetos, cada una de las embarcaciones a las que pertenecieron estos faroles con comandos manuales, plafones, placas identificatorias y manómetros; imaginándose a sus capitanes vistiendo sus trajes de gala y quitándose la gorra para inclinarse sobre una antigua carta náutica para trazar la derrota.

Estos motores, fieles exponentes de los fuera de borda de los albores de la náutica deportiva, nos dan la bienvenida. Algunos con sus manuales originales y hasta con sus juegos de herramientas, esperan ser llevados por alguién que los recupere de su letargo.



Las lámparas cardánicas con tulipas blancas predominan en un sector del local; a la vuelta, un grupo de bitácoras con sus compases atraen nuestra atención.



Mientras, con el rabillo de un ojo, no podíamos dejar de apreciar estas piezas únicas de la colección de la familia Camou, emplazadas entre un octante y un sextantante del 1800.
¡Cuanta magnificencia!



Ana nos cuenta que esta actividad fue consecuencia de un revés económico durante la década del 90 cuando tuvieron que abandonar la industria del plástico. Hoy, a lo lejos, los Camou se sienten orgullosos de brindar este servicio a coleccionistas, restauradores de barcos clásicos y al nauta en general.
Amigos navegantes, hemos llegado al fin de otra entrega. Los esperamos en la próxima, deseándoles muy buenas travesías!

Camou Antigüedades - Náutica / España 1095 - San Isidro / 4743-7205

miércoles, 27 de julio de 2011

Remolcador EL VITTORINO

Hola amigos clásicos, bienvenidos a un nuevo encuentro. Revolviendo en nuestro archivo, en búsqueda de material para publicar, dimos con la restauración de un remolcador: El Vittorino. Curiosamente, hace un año, publicábamos la historia de otro remolcador recuperado: El Faraón. Decidimos entonces celebrar este acontecimiento, ofreciéndoles el siguiente artículo.

Un remolcador que no quiere pasar a retiro. En un mundo donde los cruceros ya no necesitan más de los remolcadores, un remolcador se convierte en minicrucero para seguir navegando y mostrar a sus huéspedes los puertos íntimos de la costa napolitana a los que no se puede llegar en una nave grande.

Puente de mando del Vittorino 1914

En el panorama crucerístico actual, las navieras nos sorprenden con la botadura de gigantes naves. Clones de otros barcos del grupo, que sobre todo muestran una uniformidad que a veces resulta aburrida. Sin embargo, quedan emprendedores que desde lo chiquito y bello resucitan ideas francamente interesantes.
Amadeo De Nicola, un napolitano de pura cepa y muy vinculado con el mar, acaba de lanzar una idea de barco clásico, nostalgico y un concepto personalizado de embarcación boutique. Sobre todo abrevando en las raices de una nave histórica. El Vittorino 1914 era una remolcador holandés que había quedado abandonado a su suerte.

El "Vittorino 1914"

El empuje y tenacidad de su actual propietario, una buena cantidad de horas de mano de obra y buen gusto, logró el milagro y hoy nos presenta una nave totalmente restaurada, reciclada. Un barco de alquiler o un crucero muy íntimo y personalizado.

Desde 500 euros y con rutas de 2, 4 y 5 noches, se ofrecen salidas visitando los alrededores de su “home port”, Nápoles y también localidades como Capri y otras desconocidas por los grandes cruceros, tales como como Ventotene, Ponza, Gaeta o Ischia entre otras.

El barco dispone de una capacidad máxima de 8 huéspedes, en tres camarotes. Tiene ademas zonas exteriores, un salon-comedor con cocina, y todo tipo de tecnología abordo para una navegación moderna y segura. Sin duda, una especie de huída de las grandes tendencias, recuperando la esencia de navegación de toda la vida.

Esperamos volverlos a encontrar en nuestrá próxima reunión y recuerden: Difundamos las buenas artes de la navegación clásica!!!